pasé largas horas mirando los caminos de hormigas...
o mirando crepitar el fuego...
nadie a mis seis...
me había dicho que si no llovía no habría arco iris...
(lo descubrí sola...me llevó un buen tiempo)
me fascinaban las hojas marrones sueltas en el otoño...
hacia lista ordenadas alfabéticamente o por edades
de mis familiares, clasificados, a la vez, con qué frecuencia nos visitábamos...
un árbol caído durante una tormenta...se transformó en mi más cómodo sillón
para observar como el cielo pasaba por todos los colores posibles al
atardecer...
y todo debía ser registrado por escrito...
para que nadie lo leyera...
águeda dabor -conversaciones de amigos